La psoriasis es una afección de la piel que causa parches de piel rojos, escamosos y con costras cubiertos de escamas plateadas.
Estos parches aparecen normalmente en los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la espalda baja, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
La mayoría de las personas solo se ven afectadas por pequeños parches. Sin embargo, en algunos casos, los parches pueden causar picazón o dolor.
La psoriasis afecta a alrededor del 2% de las personas en el Reino Unido. Puede comenzar a cualquier edad, pero con mayor frecuencia se desarrolla en adultos menores de 35 años y afecta por igual a hombres y mujeres.
La gravedad de la psoriasis varía mucho de una persona a otra. Para algunos es solo una pequeña irritación, pero para otros puede afectar de manera importante su calidad de vida.
La psoriasis es una enfermedad de larga duración (crónica) que generalmente involucra períodos en los que no se presenta síntomas o síntomas leves, seguidos de períodos en los que los síntomas son más graves.
Por qué aparece
Las personas con psoriasis tienen una mayor producción de células cutáneas.
Las células de la piel normalmente se producen y reemplazan cada 3 o 4 semanas, pero en la psoriasis este proceso solo toma alrededor de 3 a 7 días.
La acumulación resultante de células de la piel es lo que crea los parches asociados con la psoriasis.
Aunque el proceso no se comprende por completo, se cree que está relacionado con un problema del sistema inmunológico.
El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo contra enfermedades e infecciones, pero ataca por error a las células sanas de la piel en las personas con psoriasis.
La psoriasis puede ser hereditaria, aunque no está claro el papel exacto que juega la genética en la causa de la afección.
Los síntomas de la psoriasis de muchas personas comienzan o empeoran debido a un evento determinado, conocido como desencadenante.
Los posibles desencadenantes de la psoriasis incluyen una lesión en la piel, infecciones de garganta y el uso de ciertos medicamentos.
La afección no es contagiosa, por lo que no se puede transmitir de persona a persona.
Cómo se diagnostica la psoriasis
EL médico de cabecera a menudo puede diagnosticar la psoriasis en función del aspecto de la piel.
En casos raros, se enviará al laboratorio una pequeña muestra de piel llamada biopsia para su examen con un microscopio.
Esto determina el tipo exacto de psoriasis y descarta otros trastornos de la piel, como dermatitis seborreica, liquen plano, liquen simple y pitiriasis rosada.
Es posible que también se derive a la persona afectada a un especialista o dermatólogo para evitar sospechas y confirmar el diagnostico en los casos más severos.
Tratamiento de la psoriasis
No existe cura para la psoriasis, pero una variedad de tratamientos puede mejorar los síntomas y la apariencia de los parches cutáneos.
En la mayoría de los casos, el primer tratamiento utilizado será un procedimiento tópico como cremas y ungüentos aplicados sobre la piel.
Viviendo con psoriasis
Aunque la psoriasis es solo una irritación menor para algunas personas, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas más gravemente afectadas.
Por ejemplo, algunas personas con psoriasis tienen baja autoestima debido al efecto que tiene la afección en su apariencia.
También es bastante común desarrollar sensibilidad, dolor e hinchazón en las articulaciones y el tejido conectivo. Esto se conoce como artritis psoriásica.
Ante todo, es importante acudir a un especialista médico y seguir sus indicaciones para ayudar a mejorar la condición de la psoriasis en la mayor brevedad posible y evitar el empeoramiento de su aspecto.